Puede que por el sutil tono del titular no haya quedado muy clara mi opinión acerca de la gente que calca, pero por si acaso la haré más explícita aquí, que me puedo explayar más fácilmente: si calcas eres una pedazo de mierda más grande que una catedral que solo engaña a la gente que es todavía más gilipollas que tú, porque a la gente que nos esforzamos en aprender a dibujar nos causas repugnancia absoluta y algo parecido a ascopena.
El que más y el que menos, en algún punto de su vida, ha calcado, no nos engañemos. ¿Por qué? Porque es la solución fácil. Requiere cero esfuerzo y cero conocimiento. Cualquiera puede coger un lápiz y un papel (o su equivalente digital) y ponerse a trazar líneas sobre una foto y le quedará todo perfectamente bien proporcionado y en su sitio. Pero al mismo tiempo, se crean muchos problemas que tal vez para el ojo de principiante no se note, pero los que tenemos ya los huevos negros los cazamos al vuelo.
Hay una disparidad entre lo bien proporcionado que está el dibujo y lo bien que encaja todo con ese trazo totalmente plano, sin ningún tipo de jerarquía ni profundidad y un color que normalmente parece digno de un filtro gratuito para convertir tus selfies en un cómic rancio. Es como escuchar trozos del solo de guitarra de ‘Comfortably Numb‘ repartidos en una «canción» de reguetón. Sabes que eso no debería estar ahí, ves dos cosas que no pertenecen en el mismo lugar. ¿Cómo puede ser que alguien con una línea tan mediocre tenga, al mismo tiempo, una visión láser ultra radiónica y milimétrica que le permita encajar el dibujo y sus proporciones de tal manera? ¿Os imagináis a alguien que no sabe coger un balón tirando a canasta y acertando siempre de triple? Pues algo así. Sabes que ahí hay trampa y cartón.
Cada vez que veo, normalmente en Instagram, un retrato de alguien que hace que se me encienda la calcalarma, tomo una captura del dibujo, busco en el perfil de la persona retratada a ver si casualmente tiene alguna foto igual (normalmente sí) y si la encuentro, las pongo una sobre la otra en Photoshop y bajo la opacidad para ver cómo encajan de forma nada mágica.
La otra queja o rechazo que me produce el dibujo es la inutilidad que aporta al dibujante. Sí, el que lo hace seguramente sea consciente de ello, pero nadie aprende nada calcando. De esa manera, lo que se hace es poner el piloto automático y darle al acelerador sin ton ni son, siguiendo los raíles, como si se tratara de un Scalextric. No entrenas el ojo, no entrenas la mano y sobre todo, no entrenas el cerebro, no hay ningún tipo de esfuerzo que te haga pensar por qué haces esa línea, por qué deber ir ahí y no un milímetro más arriba o abajo. Incluso cuando alguien copia, está haciendo un esfuerzo de replicar algo que tiene como referencia, tiene que estudiar el significado y la composición del original.
Así que si veis a alguien que calca y lo esconde, tenéis mi bendición para echar toda la mierda que queráis sobre ese despojo humano, se llame Rubén, se llame Greg Land o se llame Salvador Larroca.
Pedro
Dibujante de mierda
Pedro
Dibujante de mierda