Hace un tiempo empecé a observar algo que cada vez veo más en el mundo de la ilustración: creación de personajes originales (OC, de ‘original character’) que no forman parte de ningún cómic, serie o videojuego, pero con un trasfondo más detallado que toda la Comunidad del Anillo junta. No sé si fue el primero que vi en hacer eso, pero desde luego sí el que me hizo darme cuenta de esta práctica, se trata de un youtuber canadiense que dibuja, digamos… de forma peculiar, y con un estilo cuanto menos reconocible. Me interesé en su canal porque lo descubrí a raíz de una serie de vídeos comentando los dibujos de varios artistas de cómic y daba su opinión, en general bastante interesante. Pero después empezó a hacer lo que siempre da likes: mezclar dos cosas populares y crear algo «nuevo». Masacre con Pikachu, Masacre con Hulk, Masacre con Batman, Masacre con Venom, Venom con Pikachu, Venom con Hulk, Venom con Batman… Lo que quiere la chavalada, vamos. Pero lo curioso es que cada vez que hacía esto y enseñaba el vídeo con el proceso de dibujo, narraba una historia del personaje que por norma general era una gilipollez como una casa de grande. Empezó haciendo historias cortas ridículas y con el tiempo fue avanzando a historias largas ridículas.

Por supuesto, me cansé de tanta chominada (y de ver cómo sus dibujos empeoraban todavía más y no aceptaba la menor crítica (o cualquier cosa que no sea una lamida de huevos)) y dejé de ver sus vídeos. Después, y no sé ni cómo, me topé en Instagram con un dibujante con un estilo que me gustó mucho, un artista que ha trabajado con King, creadores de Candy Crush. Además, el tipo organizaba una serie de quedadas en Barcelona para dibujar en grupo y era algo bastante divertido, aunque solamente pude ir una vez, antes del Coronavirus. El caso es que él también tiene canal de YouTube con vídeos de gran duración, y por norma general solía verlos enteros porque cuando hablaba de diseño y arte se me hacía muy ameno. Pero cuando dibujaba sus OCs… él también caía en los trasfondos absurdamente enrevesados y largos. Y estos personajes no eran para algún videojuego en el que estuviera trabajando y cuya historia tendría utilidad, sino que se trataba de dibujos completamente aleatorios. Todavía sigo su canal, pero en cuanto empieza a hablar de esto en los vídeos, lo quito y me pongo a cualquier otra cosa.

Y así con muchos otros ilustradores. Y mi pregunta es, ¿realmente hace falta tanta trama para un personaje que nunca jamás vas a desarrollar y que nadie va a usar para nada más? Probablemente no. Yo lo veo como un desperdicio de ideas, porque nadie recuerda ilustraciones de artistas por sus tramas, cosa que sí sucede en los cómics. Cada vez que veo dibujantes que admiro como Levi Prewitt o Max Grecke describir de manera más o menos detallada la obra y milagros de su personaje, no puedo evitar arquear la ceja y pensar lo bien que quedaría todo eso plasmado en un pequeño cómic. Además, estas cosas dificultan un poco más hacer fanart, ya que se supone que al haberle creado un trasfondo, también tiene una cierta personalidad que podría no encajar con lo que un fulano como yo podría dibujar.

Por otra parte, dejar entrever que tu personaje es algo más que un simple dibujo hecho por pasar el rato siempre es interesante. Pero no cuando tienes que contarlo tú. Deja que tus líneas y colores hablen. ¿Tu personaje es un guerrero que ha pasado por mil y una batallas? Haz que se note en su aspecto, márcale la armadura, cuélgale trofeos de batalla al estilo Boba Fett. ¿Quieres hacer una chica que ha pasado por eventos traumáticos? Sitúala en un ambiente donde eso se vea, en el que se note que no quiere estar ahí. ¿Tal vez se trate de un semi-dios con poderes que un mortal es incapaz de comprender? Dibuja a Jordi Hurtado y eso explicará más que cualquier párrafo que puedas escribir.

No voy a dar lecciones de cómo crear personajes, porque tampoco soy el más indicado, pero sí es cierto que todo ese trasfondo es algo que da mucho más juego en un cómic o una película/serie, donde las personalidades se pueden ir desarrollando, sea mediante la trama que avanza o dejando esas pistas en el diseño del propio personaje. De nuevo pongo el ejemplo de Boba Fett, en mi opinión un ejemplo perfecto de todo esto. La primera vez que lo vimos fue en El Imperio Contraataca, que aparecía de refilón, pero se le veía la armadura gastada, esas extrañas trenzas colgadas en la capa y una pose de soldado de élite. En un segundo, te daba más pistas e información de qué había detrás de ese cazarrecompensas enmascarado que Rey en tres películas.

Que cada uno haga lo que le salga de los genitales, pero a mí eso me parece un desperdicio de creatividad. Ojalá algún día veamos un cómic de Gauntlet Girl o de los monstruos y criaturas de Grecke.

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